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lunes, 29 de junio de 2009

JAVIER BALZA AGUILERA ... MIRANDO AL TECHO


El pasado viernes el PNV realizó en su sede de Bilbao Sabin Etxea, un acto en apoyo de la Ertzaintza, reuniendo a los ex-consejeros Juan Lasa, Juan Maria Atutxa y Javier Balza, con el objetivo de defenderse de las críticas referentes a la ineficacia en la lucha antiterrorista, con el anterior Gobierno Vasco.

Según la crónica del acto relatado en la noticia http://www.europapress.es/nacional/noticia-pnv-apoya-fisuras-trayectoria-ertzaintza-20090626232450.html , el PNV está tremendamente agradecido con la labor de la Ertzaintza, nuestra sangre es un tributo a la libertad, la paz y la convivencia, tenemos su reconocimiento, y ante las críticas de la falta de resultados en la lucha antiterrorista, instó a tirar de hemeroteca de los últimos 30 años!!... menudo trabajo.. jajajajaja ... yo le invito que tire de hemeroteca los últimos 8 años.

Creo que esta gente es muy hábil utilizando el lenguaje, siempre lo he dicho... intentan ir de víctimas, haciendo ver al personal que se les acusa de que nunca han hecho nada y se escudan en el nombre de la Ertzaintza... interpretan que nos quieren dejar a la altura del barro a todo el cuerpo, cuando en realidad hablamos del ex consejero JAVIER BALZA AGUILERA y la UIA, como claros exponentes de la ineficacia en la lucha contra Eta... si alguien lo puede expresar mas claro, le agradecería que me echase una mano.

Montan un circo de tres pistas convocando a los medios de comunicación e involucran a ex-consejeros que ya nada tienen que ver con la Ertzaintza actual, para sacar la cara a un JAVIER BALZA, que felizmente no ha repetido en el cargo, para supuestamente lavar su imagen y de paso intentar dar la visión de que todo es un complot de intereses partidistas... pobrecitos.

Mi opinión sobre el asunto es que no existe tal fin partidista, sino que es una crítica y una realidad, a la que han estado haciendo oídos sordos mientras tenían la sartén por el mango, diciendo en un principio que eran críticas sin fundamento, para después y como siempre echar la culpa a Madrid... no han reconocido un error en la vida, han sido perfectos y el resto somos unos envenenados con fines partidistas... como véis la cantinela no la han variado en la oposición... pero el tiempo ha jugado en su contra y esta vez no les ha funcionado el viejo truco de dar la vuelta a las palabras, que por otra parte chocaban con sus acciones o no acciones.

Pero ahí estaba JAVIER, en la Sabin Etxea... digno, diciendo frases rimbombantes, haciendo pucheros y escondiéndose bajo el nombre de la Ertzaintza... es un camaleón, un monstruo del márketing, se lo tenían que rifar los publicistas, un crack del show business... ahí lo tenéis, dando guerra todavía... pero FUERA jajajajaja.

Para darle peso al acto, JAVIER se trajo de casa una frase escrita en la mano..."nuestros ertzainas no llevan 30 años mirando al techo, llevan 30 años dejándose la piel en esto"... hace falta valor y poca vergüenza.

Me ha hecho gracia también eso que ha dicho IÑIGO URKULLU... "abogó por una Policía euskaldun y euskaldunizada, salida de los hogares y familias de este país, que desde el respeto al Estado de derecho persiga con especial rigor y esfuerzo el terrorismo" ... menuda chapa, qué pesado con el asunto... deje vivir y expresarse a la gente como le venga en gana y no meta a presión el idioma, haciendo de él, el único mérito profesional válido en la administración... os dejo un par de ejemplos del valor del euskera en la Ertzaintza... http://livecop.blogspot.com/2008/03/ertzaintza-y-el-pl-perfil-lingstico.html

http://livecop.blogspot.com/2008/08/ertzaintza-y-el-perfil-lingstico-ii.html

Relacionado también con el asunto que nos ocupa, os dejo otro post que editamos, relativo a la solicitud del sindicato ESAN, para que dimitiese el JEFE de la UIA, por amenazar a los agentes que en su día habían sido "punta de lanza" en la lucha contra Eta .... ¿MIRANDO AL TECHO, JAVIER???? http://livecop.blogspot.com/2008/06/ertzaintza-sindicato-esan-pide-la.html

Pensaba que JAVIER ya no estaría como protagonista en otro post de Livecop, pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, hay Dios... que decía la canción...

Saludos...

miércoles, 24 de junio de 2009

D30 MATERIAL ANTITRAUMA DE MOLÉCULAS INTELIGENTES... PRÓXIMO ANTIBALAS???


En 2006 la empresa D30 LAB creó un material llamado D30, que según su definición está fabricado con moléculas inteligentes. Este material es como la plastilina y su característica especial, es que al recibir un impacto se endurece, enfocando la empresa las primeras aplicaciones de este material al mundo deportivo, en lo referente al equipamiento antitrauma para todo tipo de deportes.

Según informa el fabricante, no tiene propiedades resistentes a la penetración y a la abrasión, pero combinado con otros materiales, se pueden conseguir unas prestaciones excelentes en este sentido.

Este año se está hablando en algunos foros, blogs y publicaciones, sobre las posibilidades de este tipo de material en aplicacioes enfocadas al mundo de la seguridad, siendo la OTAN uno de los organismos interesados en las aplicaciones del D30. (ver enlace- revista DEFENCE CODEX 2009) http://www.d3o.com/admin/i/Defence%20Codex_Spring%202009.pdf

En la web del fabricante http://www.d3o.com/index.php podéis encontrar más información, que seguro os sorprenderá y en la sección de Newsblog, encontraréis en algunas entradas antiguas, VIDEOS relacionados con las características de este material que recuerda al de la película FLUBBER.

Según parece, este material también se tiene intención de utilizar en las bandas reductoras de velocidad , que tanto castigan la amortiguación de los vehículos, y así, cuando el vehículo pasa a una velocidad reducida, la banda se deforma y no se nota casi... en cambio, si la velocidad es elevada, se endurece y notamos el efecto pertinente.

Como curiosidad y para terminar, os dejo el enlace de un VIDEO del programa de televisión EL HORMIGUERO, donde en la sección habitual de experimentos que realiza el "científico loco" FLIPY, podemos ver que la MAICENA (fécula o almidón de maíz ) parece tener también moléculas inteligentes... no se si con el mismo coeficiente intelectual :-))))), pero las propiedades que tiene son similares al D30... ver para creer.... http://www.youtube.com/watch?v=k4HPQ-KDvsE .



Saludos...

lunes, 22 de junio de 2009

ATRACOS LEGENDARIOS ... TOP 10


He encontrado un reportaje sobre los diez atracos más relevantes de la historia titulado THE ULTIMATE 10... LEGENDARY HEISTS ....

CONTENIDO...

D.B. Cooper - pirata aéreo.

Vladimir Levin - bioquímico y matemático...asalto de sistemas informáticos de entidades financieras.

El robo del Hotel Pierre.

El atraco al furgón blindado Loomis Fargo.

El gran asalto al tren de Glasgow.

Asalto al oro del edificio Brinks-Mat.

El atraco del almacén Brink.

Atraco al Banco de América ... argumento de la película HEAT??? ... impresionante...

Museo Isabella Stewart Gardner ... el robo de la Mona Lisa.

Fric Frac ... atraco sofisticado al Banco de Niza.

Espero que os guste...

http://documentales.tv-on.es/historia/atracos-legendarios/

Todos los casos han sido llevados al cine o en ellos se han inspirado muchas películas, así que para ilustrar este post he elegido el cartel de OCEAN'S ELEVEN ... la original de 1960.

Saludos...

domingo, 21 de junio de 2009

Los terroristas no se merecen Mayúsculas: eta

No puedo ver más la palabra "eta", cuyo significado en euskera es el adverbio "y", el que une dos palabras, el que une dos ideas, el que une.....en mayúsculas, ..., referido a esa banda de cobardes, que celebran su 50 aniversario, matando a una persona...

Señores, estamos en el siglo XXI, pero no iniciándolo, sino 9 años después de su comienzo, y seguimos viendo, como una banda de cabrones, libertadores de no sé sabe qué, siguen igual que en los años 60 del siglo pasado.....

Ayer, viendo la manifestación en Bilbao, se me salieron las lágrimas, tanto por la familia, su madre, su mujer, sus dos hijos, los compañeros,............como por la impotencia, de seguir aguantando a unos políticos, que tienen en su mano acabar de una puta vez con todo ésto, y siguen haciendo discursos de promesas, que llevamos escuchando desde siempre.....Señor Lehendakari, no queremos sus palabras de reconocimiento a la labor policial, para eso ya nos pagan, no queremos promesas, queremos que de una puta vez se pueda hacer la labor policial como se debe, sin trabas del color del partido, ni de la afiliación, ni de nada,.....Ya está bien, vaya Ud. a tomarle el pelo a su ....

Sobran las palabras, es como ver al niño que te promete no volver a comerse un helado fuera de horas,....¿Pero qué cojones de promesas?....seamos serios y consecuentes, está de su mano acabar con esta mierda, Hágalo de un vez, no pierda más el tiempo, ....trabaje, que para eso le pagamos todos....queremos realidades, y desde luego, tenga por seguro que si no lo cumple, su tiempo va a ser escaso, y sin recuerdo.....no somos borregos, somos la Sociedad mejor preparada y con mayor conocimiento de causa, que ha existido nunca, no se equivoque....

Y a los de las "minúsculas", héroes de vuestro "PUEBLO".....que nadie sabe cuál es....si queréis que alguien os recuerde, tenéis dos caminos; el primero, atender a la razón, y convertiros en auténticos héroes, dando la cara, para que toda esta mierda acabe; la segunda, seguir como hasta ahora, pero bien escondidos, porque os puedo asegurar, que os vamos a perseguir y cazar, y cuando digo "cazar", lo digo en su más pleno significado, si vosotros os comportáis como bestias, como tal se os va a tratar.....y desde luego así os váis a sentir.....

Por cierto, no quiero acabar, sin recordarle a Su Majestad el Rey, que nos parece cojonudo que los fines de semana, se los tome libres y que vaya a disfrutar por ahí, pero que manda cojones, que los paguemos nosotros, y que luego en sus bonitos discursos navideños, o en los del día de las fuerzas armadas, nos "utilice" para conseguir que se le escuche.....mire Ud, estamos a "tope" de promesas, ahora hace falta que realmente sea responsable de sus palabras, que ya va siendo hora, porque las fotos de su nuera, las de sus nietos y las de sus hijos, ya las conocemos, y a cada uno de nosotros nos importan una mierda, que ya tenemos las de nuestras familias en casa, incluidas las de los que ya no están, por haber sido defensores de este, nuestro estado de derecho...

Siento, el tono de mis palabras para con todos, pero es que estoy realmente triste y encabronado, de que habiendo pasado tanto tiempo, posible para haber terminado con los "minúsculos" de eta, sigamos así, y lo único que escuchemos son las mismas promesas de siempre......¡ya no lo aguanto más!....joder, joder y joder!!!

Cuidaros y pasar bien!!!

viernes, 19 de junio de 2009

EDUARDO ANTONIO PUELLES GARCÍA INSPECTOR DE INFORMACIÓN DEL CNP ... ASESINADO POR Eta


Eta ha vuelto a asesinar a otro compañero... esta vez ha sido EDUARDO ANTONIO PUELLES GARCÍA, Inspector del CNP dedicado durante años a combatir a esta mierda de gente asesina y la basura social que la apoya...
http://www.gaceta.es/19-06-2009+eta_asesina_un_guardia_civil_una_bomba_lapa,noticia_1img,1,1,60059

Se me viene a la cabeza, la felicitación de Navidad que recibimos de la Brigada de Información Provincial de Bilbao del CNP y sus deseos para este año...

Los componentes de esta brigada os desean unas Felices Fiestas, así como que en el nuevo año entrante, no os falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar a donde ir, y alguien a quien querer...
http://livecop.blogspot.com/2008/12/encuesta-de-formacin-policial.html

Qué hijos de puta...

Nuestro pésame y un fuerte abrazo a su familia, amigos y compañeros allegados.

jueves, 18 de junio de 2009

PERIÓDICO ARMAS.ES - LA FORMACIÓN Y EL ENTRENAMIENTO POLICIAL EN ESPAÑA A EXAMEN


La publicació periódica de ARMAS.ES, nos deja en su último número un análisis sobre la formación policial en nuestro pais, participando en el mismo diferentes profesionales relacionados con la seguridad y la formación, entre los cuales se encuentra nuestro amigo y compañero ERNESTO PÉREZ VERA, junto a nombres como CECILIO ANDRADE y EDUARDO COBOS miembro de la Unidad de Intervención Policial (UNIPOL) de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife.

En dicho análisis la valoración de la formación de nuestras Academias de Policía no sale bien parada, teniendo como argumento de peso, la gran cantidad de profesionales que en la actualidad buscan complemento a su formación fuera de este ámbito policial, cuyos métodos no han variado notablemente desde hace muchos años... se han quedado ATRAPADOS EN EL TIEMPO, como el título de aquella famosa película del día de la Marmota... ¿por qué les cuesta tanto evolucionar a nuestras Academias??? ... se admiten hipótesis.

En este mismo número de ARMAS.ES, también podéis encontrar otro artículo de temática policial ... POLICÍA CIENTÍFICA - TRAS LA HUELLA DEL CRIMEN... suena bien ¿verdad??... os dejo el enlace del periódico y no me enrollo más...

Periódico Armas.es Junio-Julio 2009

Para ilustrar el post de hoy, he escogido una imagen del libro PRINCIPIOS DEL ADIESTRAMIENTO TÁCTICO, editado recientemente por CECILIO ANDRADE.

Saludos...

miércoles, 17 de junio de 2009

ROBOS CÁMARAS ACORAZADAS ... EL BLOG


ROBOS CÁMARAS ACORAZADAS ... con este título, he encontrado un blog dedicado a la temática de los robos a cajas fuertes y cámaras acorazadas.

En principio da la sensación que el espacio está editado por una empresa del sector MINIPOL ESPAÑA, para promocionar e informar sobre este tipo de productos, y aunque el blog no está actualizado desde hace un año, en él podemos encontrar unos cuantos artículos interesantes...


MINIPOL ESPAÑA en su página web http://www.minipol.net/ , nos deja como presentación, un interesante VIDEO, que recomiendan ver antes de comprar una caja fuerte.

En dicha web, podéis encontrar un amplio escaparate de blogs sobre esta temática en la sección del mismo nombre, de los cuales no os voy a dejar la relación, pero os recomiendo visitéis en http://www.minipol.net/html/files/utilidades.html .

Muy interesante http://noticiasroboscajasfuertes.blogspot.com/

Saludos...

martes, 16 de junio de 2009

ERTZAINTZA - OMISIÓN DEL DEBER DE PERSEGUIR DELITOS ????


Solo era cuestión de esperar, para poder ver las diferentes reacciones surgidas como consecuencia de las declaraciones efectuadas por dos Ertzainas en Antena 3 y a las que hicimos referencia en anterior post ... unas declaraciones que han sido un secreto a voces, evidenciado durante años por la falta de resultados y una actitud condescendiente con este sector de trastornados liberadores.

Los hechos denunciados por estos compañeros son hechos a investigar por la responsabilidad penal de la que serían objeto estos mandos e inclusive el actual ex-consejero Balza y su equipo, pero también merecería una investigación la pasividad en la lucha antiterrorista, para determinar la intencionalidad de ésta, ya que también se incurriría en un delito recogido en nuestro CÓDIGO PENAL...

TÍTULO XIX.
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.


CAPÍTULO II.
DEL ABANDONO DE DESTINO Y DE LA OMISIÓN DEL DEBER DE PERSEGUIR DELITOS.


Artículo 407.

1. A la autoridad o funcionario público que abandonare su destino con el propósito de no impedir o no perseguir cualquiera de los delitos comprendidos en los Títulos XXI, XXII, XXIII y XXIV se le castigará con la pena de prisión de uno a cuatro años e inhabilitación absoluta para empleo o cargo público por tiempo de seis a diez años. Si hubiera realizado el abandono para no impedir o no perseguir cualquier otro delito, se le impondrá la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.

2. Las mismas penas se impondrán, respectivamente, cuando el abandono tenga por objeto no ejecutar las penas correspondientes a estos delitos impuestas por la autoridad judicial competente.


Artículo 408.

La autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años.

El sindicato ERNE por su parte, ya ha solicitado al nuevo Departamento de Interior que investigue estas declaraciones... http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090615/mas-actualidad/politica/erne-pide-investiguen-declaraciones-200906151646.html


Como ejemplos a tener en cuenta, tenemos un caso del 2005...

Dos ertzainas denuncian que un mando impidió la detención de un grupo violento

O el episodio de la imagen que ilustra este post...

El cartel provocó una polémica, ya que las autoridades municipales tardaron más de 24 horas en retirarlo. El PP acusó a Javier Balza de «pasividad» por no haber ordenado antes descolgarlo y el sindicato Manos Limpias presentó una denuncia contra los autores y las autoridades que no la retiraron. (ver noticia)

O el caso del topo comentado en más de una ocasión...

A la hora de practicar el arresto del sospechoso, la Ertzaintza supo que un agente vasco -al parecer, de la propia UIA- había avisado al presunto colaborador de ETA de que iba a ser detenido. Todas las investigaciones abiertas para aclarar cuál era el 'topo' fracasaron y la viceconsejería de Mikel Legarda se limitó a investigar al periodista de EL CORREO que había publicado la existencia del aviso al presunto colaborador de la banda. (ver noticia)

Por no hablar de la época Atutxa y el asesinato del olvidado EUGENIO OLACIREGI... (ver noticia)

Hay o no hay indicios para investigar????

Mientras tanto, los anteriores responsables de Interior hacen mutis por el foro... ¿no tienen nada que decir???
... ¿les da todo igual una vez abandonado el sillón????... menos mal que no han repetido al frente de sus cargos.

Estaremos al tanto de lo que ocurra en este sentido.

Saludos..

viernes, 12 de junio de 2009

ERTZAINTZA - UN SUBOFICIAL Y UN AGENTE DENUNCIAN EN ANTENA 3 LAS DIRECTRICES ANTITERRORISTAS DE LA ANTERIOR CONSEJERÍA DE INTERIOR


Dos ertzainas, un suboficial y un agente, reconocen a Antena 3 que durante el Gobierno del PNV trabajaban con las manos atadas en su lucha contra el terrorismo..."Había una predisposición política -aseguran- a no detener a los integrantes de la izquierda radical".

Noticia con VIDEO en..

http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/noticia.do?id=6724548#comentarios

Hablaremos sobre el tema.

Saludos...

TEORÍA Y REALIDAD - GEORGES L. KIRKHAM... DE PROFESOR UNIVERSITARIO DE CRIMINOLOGÍA A POLICÍA

Hoy os dejo un texto que estoy convencido os gustará... es la historia de GEORGES L. KIRKHAM, donde la teoría y la realidad se dan la mano, cuando este Profesor Adjunto de la Escuela de Criminología de la Universidad del Estado de Florida (Tallahassee) Florida (EE.UU.), toma la decisión de convertirse en policía ...

Cuando pienso que los policías, en estos últimos años, han sido objeto de críticas cada vez más numerosas por parte de diversos individuos y grupos sociales, no puedo por menos de preguntarme cuantas veces han tenido que apretar los dientes y cuántas veces han podido desear que sus censores se vean enfrentados solamente con algunas de las duras realidades con que ellos tropiezan en su trabajo.

Es tradicional que los universitarios como yo, estén siempre dispuestos a hacer reproches a la policía. A partir de incidentes aislados relatados por los diversos órganos de prensa, nos hemos forjado una imagen estereotipada del policía, que para nosotros tiene la ventaja de corresponder a lo que sabemos que es. Lo que vemos es el “Poli” brutal, racista, turbio, grosero. Pero lo que no vemos son los miles de hombres y mujeres entregados en cuerpo y alma a su trabajo y que luchan desesperadamente por preservar nuestra sociedad y todo lo que en ella amamos.

Desde hace varios anos, primero como estudiante y después como profesor de criminología, me obsesionaba el hecho de que la mayor parte de los que escribimos libros y artículos sobre la policía no han sido nunca policías ellos mismos. Me sentía cada vez más incómodo ante muchos de mis alumnos, que eran antiguos policías. En mis clases, en las que ostentaba frecuentemente un sentido crítico muy desarrollado frente a la policía, ocurría a menudo que ellos me replicaban que me era imposible comprender lo que un Policía está obligado a soportar en la sociedad moderna si yo mismo no había ejercido esa profesión.
Sintiendo que me faltaba algo y convencido de que el saber tiene un lado práctico tanto corno teórico, decidí recoger el desafío: me haría policía para determinar una vez por todas la exactitud de lo que los otros criminalistas y, yo decíamos desde hacía tanto tiempo sobre la policía.

PROFESOR QUE SE CONVIERTE EN POLICIA

Precisemos inmediatamente que mi intención de hacerme policía de uniforme fue acogida ante todo con una incredulidad bastante general por parte de mi familia, de mis amigos y de mis colegas, Con treinta y un años, una familia y un porvenir abierto de criminólogo, yo era seguramente la última persona de la que podría esperarse que entraría en la policía. Se me hizo comprender que la idea en si misma era escandalosa y absurda. Se me dijo que ningún jefe de policía en su sano juicio permitiría que un universitario entrara en su servicio. Esto nunca se había hecho ni podía hacerse.

Afortunadamente, varios de mis alumnos, que habían sido policías o lo eran aún en esa época, mostraron mas optimismo y entusiasmo. Según ellos, los jefes de la policía y los policías mismos se alegrarían de la ocasión que se les ofrecía de mostrar a los universitarios los problemas inherentes a su profesión. Si uno de nosotros quería realmente ver y sentir lo que es el mundo del policía cuando se está dentro del uniforme, y no desde lo alto de esta fortaleza segura y confortable que es una cátedra o un aula de la Universidad, los policías mismos harían todo lo que estuviera de su parte para que ese el proyecto se realizara.

Pese a las seguridades dadas por mis alumnos policías, yo era escéptico cuanto a las probabilidades de que se me autorizara a hacer una cosa tan poco ortodoxa.

Pero tal escepticismo desaparecería pronto. En efecto, uno de mis mejores alumnos de criminología, en licencia para estudios dada por el sherif de Jacksonville (Florida), al saber que yo quería hacerme policía, me incitó a ponerme en relación con el sherif Dale Carson y el sherif adjunto D. K Brown, de Jacksonville, para exponerles mi idea. Ya había oído yo decir que la policía de Jacksonvílle y del “county” Duval era uno de los servicios más de vanguardia del país. Supe que el sherif Carson y su adjunto Brown, dos antiguos agentes del FBI, eran muy respetados en los medios policiales porque eran administradores inteligentes e innovadores.

El tamaño y la composición de la ciudad de Jacksonville, así como su proximidad a mi Universidad y a mi domicilio, parecían hacer de ella el lugar ideal para lo que yo me proponía hacer. Jacksonville, con algo más de medio millar de habitantes, me parecía una típica ciudad norteamericana en rápido crecimiento, que indudablemente conocía los principales problemas sociales de nuestra época; el crimen y la delincuencia, la inestabilidad racial, la pobreza y las enfermedades mentales. Puerto de mar y centro industrial, Jacksonville presentaba, en su extenso territorio, una gran variedad de poblaciones urbana, suburbana e incluso rural. Observé en particular que tenía un barrio bastante típico de casas miserables o chabolas en el centro y un “ghetto “ negro, ambos en plena mutación bajo el impulso de un vasto programa de urbanismo. Esta última particularidad era especialmente importante para mí, por cuanto quería experimentar yo mismo las tensiones a que esta sometido el policía de nuestras ciudades de hoy. Después de todo, él era quien desde siempre constituía el objeto del interés y de las críticas de los especialistas en ciencias sociales como yo.

Con gran sorpresa por mi parte, el sherif Carson y su adjunto Brown no sólo, apoyaron mi idea de hacerme policía sino que manifestaron también un gran entusiasmo. Les precisé, desde el comienzo, que no pretendía ser un observador ni un oficial de reserva, sino un agente o numero ordinario y a tiempo completo de su servicio durante un período de 4 a 6 meses. Declaré, además, que esperaba trabajar, duraste la mayor parte de ese tiempo, como policía en uniforme, en uno de los equipos que patrullan en las calles céntricas y se enfrentan sobre todo con la violencia, la pobreza, la inestabilidad social y una fuerte criminalidad. Se declararon de acuerdo, quedando entendido que yo tendría que cumplir primeramente las mismas condiciones que los demás candidatos. Tendría, por ejemplo que someterme a una encuesta detallada y a un examen de aptitud física y tener el mismo nivel mínimo de instrucción que todos los demás funcionarios de Florida. Como no se me pagaría, las condiciones exigidas de los funcionarios públicos no se me aplicarían.

UN REPLANTEAMIENTO

Carson y Brown se aplicaron a resolver diversas dificultades administrativas y ciertos problemas de seguros que había que arreglar antes de que yo fuera policía. Supongamos, por ejemplo, que en acto de servicio yo resulte herido o muerto, o que yo hiera o mate a alguien. ¿ Hasta que punto es responsable la policía de la ciudad? Estos y otros problemas se resolvieron uno tras otro, gracias a los esfuerzos de los dos hombres. Ellos no pusieron sino una condición, con la que me conformé enteramente: era que por razones psicológicas, todos los policías del servicio supieran exactamente desde el comienzo, quién era yo y lo que hacía.

Aparte de mi situación insólita de “policía profesor”, yo sería en todo igual a los demás policías, desde el revólver reglamentario Smith and Wesson, de calibre 0,38, que llevaría conmigo, hasta el uniforme y la insignia.

El último obstáculo y el más importante era que debía cumplir enteramente una ley de 1.967 que reglamenta la policía de Florida: Según esta ley, cada policía y sherif adjunto del Estado debe haber cursado por lo menos 280 horas de estudios antes de poder prestar juramento y ser destinado a un servicio normal. Mis funciones a jornada completa de profesor de Universidad a cerca de 300 Km. de Jacksonville me impedían seguir las clases de la escuela oficial de sherifs. Tendría que seguir las de una escuela de policía reconocida en mi propio sector, lo que pude hacer gracias al patrocinio del sherif Carson.

Durante cuatro meses, cuatro horas al día y cinco tardes por semana, seguí las clases de la escuela de policía de la región de Tallahassee con treinta y cinco condiscípulos más jóvenes que yo. Mi calvicie de intelectual me hacía enseguida destacar en medio de aquellos jóvenes que se destinaban a la carrera de funcionarios de la policía. No obstante, con el tiempo me aceptaron y confraternizamos. Bromeábamos, tomábamos café juntos, y juntos hacíamos frente a los exámenes y a las clases. Al principio me llamaban “el Profesor”, pero después de mis joviales protestas me apodaron “Doc.”

A lo largo de los días, de las semanas y de los meses, tomé largas notas sobre la manera de interrogar a los testigos en el lugar del crimen, levanté actas sobre accidentes de circulación imaginarios y tome huellas digitales, Algunas noches, después de haberme entrenado con mis condiscípulos, todos más jóvenes y fuertes que yo regresaba a casa con los músculos doloridos, con cardenales en el cuerpo y con el sentimiento de que la idea de lanzarse a una empresa tan ruda era de la competencia de un psiquíatra.

Aunque en mi vida había disparado, me acostumbre rápidamente al ruido de treinta y cinco revólveres disparando sobre maniquíes de cartón1 que a la orden del silbato nuestros espíritus transformaban en agresores reales.

Aprendí a detener correctamente mi vehículo, a acercarme a una puerta de entrada o a un edificio en la oscuridad, a interrogar a sospechosos y otras mil cosas que todo policía moderno debe saber. Después de lo que parecía su una eternidad, obtuve, finalmente, mi diploma de la escueta de policía y viví lo Que debía ser la experiencia más difícil, pero también la más fecunda de mi vida: fui policía.

LA ESCUELA DE LOS GOLPES DUROS

Nunca olvidaré ese primer día ante la puerta del puesto de policía de Jacksonville. Me encontraba incómodo, y tenia la impresión de que todo el mundo me miraba, con mi flamante uniforme azul y todo aquel cuero que crujía. Si durante mi” aprendizaje escolar había adquirido la convicción de que era capaz de desempeñar mi papel, ahora había perdido toda confianza en mi mismo, y permanecí bajo la lluvia mirando las otras siluetas vestidas de azul que entraban a paso rápido. Al cabo do algunos minutos hice de tripas corazón y penetre en el puesto de policía comenzando así mi nueva carrera de funcionario de la policía urbana.

Aquel primer día me parece ahora muy lejos.

En el momento en que escribo he hecho más de cien patrullas. Aunque soy todavía un bisoño, son tantos los acontecimientos que se han producido en estos seis meses que ya nunca seré ni ese hombre, ni ese científico que se presento ante el puesto de policía ese primer día. Aunque sea difícil indicar, aun resumidamente en un corto artículo, los muchos cambios que se produjeron en mi, durante ese período, quisiera comunicar a mis colegas policías a mis compañeros del mundo universitario algo de lo esencial de lo que llamaré mis “lecciones de la calle”.

Siempre había pensado que los policías exageran mucho el número de insultos de palabras y malos tratos de que son víctimas en servicio. Las primeras horas pasadas en la calle, como policía, me encontraba en un estado de felicidad que no debía durar mucho. Como profesor de Universidad, estaba acostumbrado a ser tratado con respeto y deferencia por todos. Me imaginaba un poco ingenuamente que encontraría ese mismo respeto en mi nuevo papel de policía. Después de todo, yo era representante de la ley; todos, gracias a mi insignia y a mi uniforme, podían ver que estaba consagrado a la protección de la sociedad. Ciertamente esto me daba derecho a cierto respeto y a cierta cooperación por parte del público; al menos así lo creía yo. Muy pronto me percaté de que mi insignia y mi uniforme, más bien que protegerme contra el gamberrismo y la violencia, no hacían sino atraerme, como un imán, hacía numerosos individuos que odiaban lo que yo representaba.

No me había impresionado la advertencia que me había dado la primera tarde un veterano. Un “sargento” que al saber que yo tenía que empezar a trabajar en una patrulla me había dicho moviendo la cabeza: “Tenga cuidado, profesor. A veces es muy duro”. Pronto comprendí lo que quería decir.

La primera tarde, algunas horas después del comienzo de mi patrulla, se envió a mi colega y a mí a un bar del centro para restablecer el orden. En el establecimiento encontramos a un borracho de fuerte complexión que discutía con el encargado del bar y se negaba a marcharse.

Teniendo yo una gran experiencia con los presos y los enfermos mentales, me apresuré a hacerme cargo de la situación. “Perdón, señor, dije con una sonrisa amable al borracho, ¿tiene la bondad de salir para hablar conmigo un momento?”. El hombre, asombrado, me miro con ojos redondos e inyectados de sangre durante algunos instantes y se puso a rascarse el mentón, no afeitado desde hacía varios días. Después, de repente, sin preámbulo, ocurrió la cosa. Se precipitó contra mí, no alcanzándome felizmente en el rostro, y me golpeó en el hombro derecho, ¿Qué había hecho yo para provocar tal reacción? Antes de que me hubiera repuesto de mi sorpresa me golpeó de nuevo, arrancando esta vez la cadena de mi silbato sujeta a la hombrera. Después de una breve lucha, logramos encerrar al borracho, que continuaba gritando y jurando en la parte trasera de nuestro automóvil de patrulla. Durante unos momentos traté de cobrar aliento, con el cabello en desorden, contemplando los daños sufridos por mi nuevo uniforme; completamente estupefacto, mire a mi colega, que se contento con sonreír y darme una palmada afectuosa en la espalda.

LA TEORIA FRENTE A LA PRACTICA

“Hay algo que no va bien”, pensaba para mis adentros en el automóvil mientras que nos dirigíamos hacia la prisión. Muchisimas veces había yo adoptado la misma actitud suave y constructiva con los reclusos y los delincuentes en período de “prueba”.

El resultado siempre había sido bueno. ¿Por qué había de ser diferente por el hecho de ser policía? La respuesta a esta pregunta se me daría de manera un tanto ruda en los días y las semanas siguientes. Cuando era profesor de Universidad había tratado siempre de inculcar a mis alumnos la idea de que es un error imponer la autoridad, decidir por los otros o apoyarse en órdenes y mandamientos para hacer algo. Pero cuando fui policía eso fue exactamente lo que tuve que hacer constantemente. Por primera vez en mí vida me encontré frente a individuos que veían en la bondad una debilidad y una invitación a la irreverencia y a la violencia. Me encontré frente a hombres, mujeres y niños que, bajo el impulso del miedo, de la desesperación o de la emoción, apelaban a lo que se encontraba tras mi uniforme azul y mi insignia para guiarles, vigilarlos y dirigirles. Para alguien que había siempre condenado el ejercicio de la autoridad, aceptarse como símbolo ineluctable de autoridad fue una amarga revelación.

Descubrí que entre encontrar a individuos como lo había hecho en el marco de instituciones psiquiátricas o penitenciarias, y enfrentarse con ellos, como debe hacerlo el policía cuando son violentos, están excitados o desesperados, había un mundo. Al vestir el uniforme de policía perdía el lujo de estar sentado en un despacho climatizado con mi pipa y mis libros, con versando reposadamente con el autor de una violación o de un robo a mano armada sobre los problemas de su pasado que le hablan conducido a ponerse contra la ley. ¡Aquellos delincuentes parecían tan inocentes, tan inofensivos en el marco aséptico de la prisión! Los delitos que habían cometido a menudo terribles, pertenecían a un pasado ya muy remoto y se reducían como a sus víctimas, a cierto número de palabras impresas en una página.

Ahora, en cuanto policía, empece por primera vez a ver en el delincuente una amenaza muy real para mi seguridad personal y la de nuestra sociedad. El criminal ya no era una persona inofensiva, vestido con un mono azul, sentado al otro lado de mi mesa en mi despacho de la prisión, ni una “víctima” de la sociedad, que debía ser tratada con piedad y clemencia. Era un autor de robo a mano armada que huía del lugar de su fechoría, un loco peligroso que con el arma en la mano amenazaba a su familia, alguien que agazapado tras el volante de un automóvil en una calle mal iluminada podía matarme.

EL APRENDIZAJE DEL MIEDO

De la misma manera que el crimen, el miedo perdió rápidamente su carácter impersonal y abstracto, para convertirse en una realidad cotidiana. Ese miedo se traducía en una opresión de las entrañas cuando, por ejemplo, me acercaba a un almacén donde se había puesto en marcha una señal de alarma silenciosa. Se traducía en una boca seca cuando, con nuestros faros azules y nuestra sirena, corríamos hacia los lugares que se nos había señalado mediante una “señal cero” (individuos armados y peligrosos). Por primera vez en mi vida hice el aprendizaje verdadero del miedo, tal como lo conoce cada policía. Día tras día el miedo me seguía, haciendo brotar un sudor frío en mis manos y llevando adrenalina a mis venas.

Recuerdo muy particularmente un aprendizaje dramático del miedo que hice poco después de mi entrada en la policía. Mi colega y yo estabamos haciendo una patrulla ordinaria un sábado por la tarde, en uno de los barrios bajos lleno de bares y de lugares de apuestas deportivas, cuando nos fijamos un joven estacionado en doble fila en medio de la calle. Me detuve cerca de él y le rogué educadamente que aparcara junto a la acera o que circulara. Empezó a gritar muy fuerte, con abundancia de juramentos, que no se movería de allí. Cuando bajamos de nuestro coche patrulla para acercarnos al hombre, una multitud turbia empezaba a reunirse, y el hombre gritaba que le estábamos fastidiando y pedía la ayuda de las personas presentes. En cuanto profesor de criminología, algunos meses antes yo hubiera insistido en que el policía, que era yo mismo, debía dejar simplemente el vehículo en doble fila e irse en lugar de correr el riesgo de provocar un incidente. Pero en cuanto policía, había llegado a comprender que un policía no debe nunca eludir su responsabilidad y debe aplicar la ley cueste lo que cueste. Cualquiera sean los riesgos que corres, cada policía comprende que entre la civilización y la ley de la selva solo la competencia del policía puede sostener la autoridad licita por él representada.

El hombre continuo injuriándonos y negándose con toda su energía a mover su vehículo. Al proceder a su detención y tratar de hacerle entrar en nuestro automóvil, un hombre y una mujer desconocidos salieron de la multitud, que no dejaba de aumentar, e intentaron liberarle. En el tumulto que siguió, una mujer histérica se destaco y trato de agarrar mi revólver de servicio, mientras que la multitud colérica empezaban a precipitarse sobre nosotros. En un instante dejé de ser el intelectual que mira desde lo alto de su torre de marfil cómo un policía comete excesos de celo en la calle: yo mismo participaba y combatía para seguir vivo y no ser herido. Me acuerdo del miedo que me atenazaba las entrañas mientras que trataba de alcanzar la radio de nuestro automóvil. Accioné simultáneamente una señal de alarma y el botón secreto que libera a nuestras armas de su soporte, en el momento en que mi colega trataba de guardar al prisionero y de mantener a la multitud a distancia por medio de su revolver.

Cual severamente hubiera juzgado, solo algunos meses antes, al policía que ahora empuñaba el revólver. Pase por detrás del vehículo, el arma en la mano, y grite a la multitud que se retirara. Pense de nuevo, en un instante, que siempre había sostenido el parecer de que los policías no debían llevar revólveres, a causa de su carácter de “arma ofensiva” y del peligro que su vista puede presentar para las relaciones con los habitantes. Ciertamente que cuando era profesor de criminología me hubiera apresurado a condenar al policía que ahora no era otro que yo mismo y que temblaba de terror y de inquietud y amenazaba con su arma a una multitud no armada. Pero las circunstancias que habían llegado a cambiar radicalmente mi punto de vista, pues ahora era mi vida y mi seguridad las que estaban en peligro, mi mujer, y mis hijos quienes llevarían el luto. No se trataba de “un policía “o del policía Smith, sino de mi George Kirkham. Se explica, pues, que sintiera despecho cuando el día siguiente por la tarde volví a ver en la calle al que había estado a punto de provocar un tumulto, riendo como si al acusarle de “resistencia a la autoridad con violencia “ hubiéramos querido gastarle una gran broma. Igual que mi colega, me invadió un sentimiento de cólera y decepción cuando poco después el mismo individuo pudo reconocerse culpable después de quedar reducida la acusación a “ alteración del orden publico”.

DEFENSORES RUIDOSOS Y VICTIMAS SILENCIOSAS

Después de formar parte de los que se habían ocupado siempre mucho de los derechos de los delincuentes, empezaba ahora por primera vez a considerar la cuestión de los derechos de los policías. Ahora que vestía el uniforme de policía me parecía que los esfuerzos que hacía para proteger a la sociedad y velar por mi seguridad personal estaban amenazados por numerosas decisiones judiciales y por las medidas de indulgencia tomadas por la comisión de libertad bajo palabra que yo siempre había defendido con tenacidad. Yo, que había recibido una cierta instrucción, no podía decir por que cuestión que mis colegas se preguntaban los que matan y mutilan a policías (es decir, a hombres que tienen la alta misión de mantener la cohesión de la sociedad) son condenados tan a menudo a penas menores. Empezaba a cansarme de todos los esfuerzos que tenía que hacer para sujetarme a ciertas restricciones legales, cuando en el mismo momento los bandidos y los delincuentes no dejaban de burlar la ley en provecho propio. Me acuerdo de una tarde en que estaba en la calle leyendo a un revendedor de heroína lo que eran sus derechos, cuando de repente el individuo rompió a reír y termino de recitar de memoria la lección, sin alterar una palabra. Se le había informado sobre sus derechos con arreglo a la ley, pero ¿qué hacía el de los derechos de las víctimas de personas como él? Por vez primera empezaban a asaltarme preguntas de este tipo.

Habiendo sido educado en un hogar burgués y confortable y habiendo trabajado en los servicios penitenciarios nunca había conocido el tipo de miseria humana y de tragedia que forman parte de la vida cotidiana del policía. Ahora, visiones a menudo terribles, sonidos y olores que me habían salido al paso durante mi trabajo quedaban rondando mi imaginación mucho tiempo después de haberme quitado el uniforme azul y la insignia. Algunas noches, en la cama, era incapaz de conciliar el sueño, esforzándome vanamente por olvidar lo que había visto durante mí patrulla: los tugurios infectados de ratones que servían de viviendas a los menos afortunados que yo; un niño de diez años que moría en mis brazos después de haber sido atropellado por un automóvil; dos niños pequeños vestidos de harapos y hambrientos, jugando en un corredor sucio de orina; la víctima de un ataque a mano armada, salvajemente atacada y asesinada.

En mi nuevo papel de policía descubría que las víctimas eran algo más que estadísticas impersonales. Cuando era trabajador social de los servicios penitenciarios y profesor de criminología, apenas había pensado en quienes son las víctimas de los malhechores en nuestra sociedad. Ahora que veía tantas vidas irremediablemente rotas y destruidas por los autores de los crímenes, me obsesionaba la cuestión de la responsabilidad que incumbe a la sociedad de proteger a los hombres, las mujeres y los niños, “que son cada día víctima de esos malhechores.

Entre todos los casos trágicos que he visto en estos últimos seis meses hay uno que recuerdo muy particularmente. Se trataba de un anciano que vivía con su perro en mi inmueble de las afueras. Era un conductor de autobús retirado, que había perdido a su esposa hacía mucho tiempo. Al cabo de algún tiempo, me había hecho amigo del viejo y dé su perro. En general, les encontraba en la esquina de la calle cuando me dirigía al trabajo. Solíamos cambiar algunas palabras, y a veces me acompañaba un rato. Ambos tenían una regularidad cronométrica: cada tarde, hacia las 7, el anciano iba al mismo pequeño restaurante no lejos de allí para cenar, mientras que el perro esperaba pacientemente fuera.

Una noche, mi colega y yo acudimos a una llamada que se nos hizo por agresión a mano armada cerca de mi inmueble. Me dio un vuelco el corazón cuando al acercarme vi al pobre viejo en medio de un corro congregado en la acera. Estaba tendido de espaldas, en medio de un gran charco de sangre, y trataba de levantarse apoyándose en un codo. Tenía una mano en el pecho, donde habla recibido una herida de bala y me dijo, respirando penosamente, que tres jóvenes le habían detenido y le habían pedido su dinero, Habiéndose apoderado de su cartera y después de ver que habla poco dinero, habían disparado sobre él y le hablan dejado en la calle. Como policía, yo no podía contener mi indignación por la crueldad y la gratuidad de actos de este tipo, así como por la alevosía de aquellos gamberros cínicos que podían atacar con impunidad a ciudadanos inocentes.

UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE

El mismo tipo de tensión cotidiana que aquejaba a colegas empezó pronto a roerme, Estaba harto de verme insultado y atacado por malhechores, que, en general, encontrarían un auditorio muy comprensivo en los jueces y los jurados, dispuestos a comprender su punto de vista y a concederles una “segunda oportunidad”, Estaba harto de vivir bajo la amenaza de esa espada de Damocles que son la prensa y los grupos de presión, dispuestos a hacerse lenguas de la más ligera falta cometida por mí o por uno de mis colegas Policías,

Como profesor de criminología, había tenido siempre un lujo a mi alcance: el de disponer de tiempo sobrado para tomar decisiones difíciles, Pero como policía, me veía obligado a tomar las decisiones más críticas en un lapso de segundos, y no de algunos días, por ejemplo, para decidir si debía disparar o no, arrestar o no a una persona perseguirla o dejarla escapar; y siempre con la molesta certeza de que otros, los que disponen de mucho tiempo para analizar y pensar, estaban dispuestos a juzgarme y condenarme por lo que hiciera o lo que no hiciera. Me veía obligado no sólo a vivir una vida hecha de segundos y de adrenalina, sino también a tratar de problemas humanos más difíciles que todos los que me habían salido al paso en el transcurso de mis actividades penitenciarias y psiquiátricas,

Las disputas familiares, la enfermedad mental, las multitudes que llevan en germen situaciones explosivas, los individuos peligrosos, todo ello me aterraba cada vez mas por la complejidad de las funciones de unos hombres cuyo trabajo me había parecido antaño relativamente sencillo lo que yo quisiera es pedir al psicólogo o al psiquiatra medio que trabajaran un día solamente como policías y que trataran a personas con problemas que además de ser graves, requieren una solución inmediata. Les invitaría a penetrar como yo he hecho, en una sala de apuestas llena de humo de cigarros, en la que cinco o seis hombres coléricos se injurian.

Quisiera que el consejero de prisiones o el encargado de la libertad bajo palabra vieran a su cliente no en la calma del despacho, sino como le ve el policía callejero, zurrando a su hijo pequeño con un cinturón de pesa de hebilla o dando patadas a su mujer en cinta. Quisiera que el y todos los jueces y jurados de nuestro país, pudieran ver, como no puede por menos el policía de la calle, los estragos de la criminalidad sobre inocentes que reciben cuchilladas, tiros, golpes que son violentados, robados y asesinados. Este espectáculo les daría, no lo dudo, una visión distinta del crimen y de los malhechores, como a mí me ocurrió.

UN CORAZON HUMANO BAJO EL UNIFORME

Pese a toda la miseria y todo el sufrimiento humano con que los policías tienen que rozarse durante su trabajo, me sorprendía el increíble sentido humano y la sensibilidad que parecen caracterizar a la mayoría de ellos. Repetidas veces hube de renunciar a la imagen estereotipada que me había hecho del “poli” brutal y sádico, al ver el sentido de fraternidad humana que puede mostrar la policía: Así aquel joven policía practicando el boca a boca en una piltrafa humana cubierta de suciedad; O aquel policía de cabello gris que parecía confuso cuando descubrí las bolsas de caramelos que llevaba en el cofre de su automóvil para niños pobres en los “ghettos”, para quienes era una especie de Papá Noel; o aquel otro que daba dinero de su bolsillo a una familia hambrienta y desprovista de todo recurso, a la que seguramente no volvería a ver; o, en fin, ese otro policía que fuera de sus horas de servicio visitaba a unos padres inquietos para hablarles de su hijo o de su hija, que atravesaba una crisis.

Como policía, me asombraba muchas veces al ver cómo mis colegas podían resistir a las previsiones cotidianas, a menudo intensas, que les imponía su trabajo. Lo prolongado de los servicios, los fracasos, el peligro y la tensión, todo ello parecía aceptado, como si formara parte, naturalmente de la realidad del trabajo profesional.

Termin6 por hacer el descubrimiento. que incita a la modestia, de que lo mismo que los colegas con los que trabajaba, yo no era sino un ser humano, cuyos límites vienen fijados por la cantidad de tensión que puedo soportar en un tiempo dado

Recuerdo en particular una tarde en que esto se me reveló de manera notable. La jornada había sido larga y difícil, había terminado con la persecución a gran velocidad de un automóvil robado. Habíamos estado a un pelo del accidente grave en un momento en que otro vehículo había venido a interponerse ante nuestro auto-patrulla. Terminado el trabajo, yo tenía vagamente conciencia de estar muy cansado y en tensión. Mi colega y yo caminábamos hacía un restaurante, para tomar un poco de alimento, cuando ambos oímos un ruido de vidrios rotos que venía de una iglesia, y vimos a dos muchachos de cabello largo que huían. Les interpelamos y pedí a uno de ellos su documentación, al mismo tiempo que le enseñaba mi tarjeta de policía. Se rió de mí en mis narices, lanzó una palabra grosera e hizo ademán de irse, Inmediatamente le agarré por la camisa y le hice dar media vuelta, gritando: “¡A ti te hablo.! animal:” Sentí, la mano de mi colega en mi hombro y detrás de mí su voz sosegada que me decía: “¡Calma, Doctor!”. Solté al adolescente y durante algunos segundos no abrí la boca, incapaz de aceptar la evidencia de que había perdido mi sangre fría. Como un relámpago, me atravesó el recuerdo de una lección en la cual había dicho a mis alumnos: “Quien es incapaz de dominar enteramente sus emociones en todas las circunstancias no tiene nada que hacer en la policía”. A la sazón estaba encargado de dirigir un estudio sobre las relaciones humanas, para enseñar a los policías la técnica del dominio de las emociones. ¡Y ahora un policía se veía obligado a decirme a mí, experto en “dominio de emociones”, que me calmara. !’

UNA PRUEBA COMPLEJA

Yo, que había considerado siempre a los policías como una banda de “paranoicos”, descubrí, en medio de la violencia a la que asistía todos los días, que un buen policía debe vivir en estado de desconfianza perpetua si quiere regresar a su casa todos los días. Como tantos otros policías, a fuerza de verme expuesto todos los días a la criminalidad de la calle, llegue pronto a llevar un arma prácticamente todo el tiempo fuera de las horas de servicio. Empecé a observar con atención a todas las personas y todos los objetos que me rodeaban, pues las cosas empezaban a adquirir una nueva significación: así, una puerta abierta, un individuo vagando por una calle oscura, una placa de matrícula trasera cubierta de barro. Según mi familia, mis amigos y mis colegas de la docencia, mi personalidad empezó a modificarse lentamente, a medida que mi carrera de policía progresaba.

Así como antaño, en compañía de otros intelectuales, me inclinaba fácilmente al sarcasmo al hablar de los policías, ahora me volvía sumamente susceptible cuando se hacían en mi presencia ese tipo de observaciones, y varias veces me lancé a apasionadas discusiones a este respecto.

Al ser policía yo mismo, me pareció que la sociedad exige demasiado de sus funcionarios de la policía: les pide no sólo que hagan respetar la ley, sino también que sean simultáneamente psiquiatras, consejeros conyugales, trabajadores sociales e incluso sacerdotes y médicos. Descubrí que un buen policía de la calle reúne, en su trabajo cotidiano, un poco de cada una de esas profesiones complejas y de muchas más todavía. No es normal, en verdad, pedir tanto a los policías; sin embargo es preciso, ya que no hay nadie más a quien podamos dirigirnos para pedir ayuda en el tipo de crisis y problemas de que ha de ocuparse el policía. Nadie sino el quiere aconsejar a una familia y ayudarla a resolver sus problemas a las tres de la madrugada del domingo, nadie sino él quiere penetrar en un inmueble no alumbrado después de que ha sido visitado por los ladrones; nadie sino él está dispuesto a hacer frente a un ladrón o a un loco “armado” nadie sino él quiere mirar cara a cara la pobreza, la enfermedad y la tragedia humana, día tras día, para recoger los trozos de vidas rotas.

Muchas veces me hice las preguntas siguientes, cuando era policía:

¿Por qué se hace uno policía?”. “¿Por qué permanece uno en la profesión?” La respuesta no está ciertamente en la falta de consideración de que es uno víctima, ni en las restricciones legales, que hacen el oficio cada vez más puro, ni en la duración de los horarios, ni en los bajos sueldos, ni en el peligro de ser muerto o herido al tratar de proteger a personas que muchas veces ni siquiera parecen agradecerlo.

La única respuesta que he podido encontrar a esta pregunta se basa en mi propia experiencia de policía que es limitada. Cada noche volvía a casa y me quitaba la insignia y el uniforme azul con un sentimiento de satisfacción y el convencimiento de haber aportado una contribución a la sociedad. No he experimentado este sentimiento en ninguna otra profesión. En cierto modo, este sentimiento parece que permite soportar la falta de consideración, el peligro.

UNA ENSEÑANZA PRECIOSA

Durante demasiado tiempo, los profesores de los establecimientos de enseñanza secundarios y superiores estadounidenses hemos inculcado discretamente a los jóvenes la idea de que ser policía es algo malo. Ya es hora de que esta situación cese. Esto es lo que me vi obligado a admitir una tarde, no hace mucho. Acababa de terminar mi servicio de policía y tuve que precipitarme a la Universidad para una clase vespertina, sin tiempo para quitarme el uniforme. Al precipitarme a mi despacho para tomar unas notas, vi que el rostro de mí secretario se alargaba a la vista del uniforme. “Pero Doctor Kirham, ¿no irá a dar su clase vestido así?” Quedé confuso un momento, y comprendí de pronto que si hubiera aparecido ante mis estudiantes con barba o cabello largo no habría tenido necesidad de disculparme. Los partidarios del amor libre y los revolucionarios predicadores del odio no se disculpan por pertenecer a esos movimientos. ¿Por qué habría de hacerlo alguien cuyo aspecto físico simboliza un compromiso de servir a la sociedad y protegerla? “¿Por qué no? Repliqué con una sonrisa. Estoy orgulloso de ser un poli”; Reuní mis notas y fui a dar clase.

Terminare este artículo diciendo que quisiera que otros educadores se tomaran el trabajo de examinar algunos de los problemas del policía antes de apresurarse a condenarle y a juzgarle. Todos conocemos el viejo proverbio según el cual debemos abstenemos de juzgar a alguien antes de haber recorrido al menos un kilómetro con sus zapatos. Evidentemente, yo no he podido recorrer ese kilómetro como policía principiante, con seis meses justos de experiencia. Pero al menos me he probado los zapatos y he dado algunos pasos difíciles con ellos, Esos pocos pasos me han dado una comprensión y un juicio de nuestra policía radicalmente nuevos, y he tenido que admitir con toda modestia que la posesión de un doctorado no abre todos los conocimientos ni pone a su titular en una posición Superior en la que no pueda recibir lecciones de personas menos instruidas que él.


Fuente... http://www.policia.tv/?p=52

Podéis encontrar el texto original en... http://www.policensw.com/info/history/kirkham1.html

Saludos...

jueves, 11 de junio de 2009

ERTZAINTZA - NUEVA DIVISIÓN ANTITERRORISTA Y DE INVESTIGACIÓN... ESTO SE MUEVE!!

Tras la toma de posesión de los cargos en el nuevo Gobierno Vasco y tras un pequeño periodo de toma de contacto, parece que las cosas empiezan a moverse, con intención de hacer de la Ertzaintza en materia antiterrorista, algo que no era hasta ahora... OPERATIVA.

El antiguo "responsable" de la Interior JAVIER BALZA, con ayuda de sus jefes políticos, dejó la ERTZAINTZA coja, manca, ciega, sorda y muda, aunque el símil que creo ilustra mejor la labor de este político al frente de esta policía, es la imagen del pebetero en homenaje a los ERTZAINAS asesinados por Eta de la Academia de Arkaute...

Se puso al mando de una policía con una imagen reluciente...


Y la dejó hecha una mierda, con perdón de la expresión...


Ahora es época de cambios, la labor por hacer es grande, se necesita tiempo y no se puede pretender arreglar en dos días lo que se ha estado jodiendo durante años, pero parece que esto se mueve y al menos con ciertos cambios, hay muchas posibilidades de empezar a rodar de nuevo.

La prensa se ha hecho eco de ello y le ha dedicado al tema diferentes noticias, así que os dejo algunos titulares enlazados...

LA ERTZAINTZA TENDRÁ UNA DIVISIÓN ANTI ETA...

¿Qué será de los mandos de la UIA, que hasta ahora se encargaban de estos temas....??? ... podrían crear par ellos una sección dedicada al tráfico ilegal del guacamallo azul (tristemente, una especie extinguida), que la estadística de efectividad no variaría los resultados... jajajajaja


Otro síntoma de este movimiento dentro de nuestro cuerpo, es esta otra noticia...

INTERIOR CESA A LA CÚPULA QUE HA DIRIGIDO LA ERTZAINTZA DURANTE LA ÉPOCA BALZA

... Aún recuerdo la última restructuración de esta cúpula... el Sr. Balza jugó a los trileros con los puestos, y con la misma gente, realizó un cambio de sillones, dejando a José Ramón Lezertua la división de Policía de lo Criminal, en la que se ha venido englobando la lucha antiterrorista. Lezertua es hermano de un histórico etarra y en los años 80 fue procesado por negarse a obedecer las órdenes de un juez en el levantamiento de un cadáver en un caserío... de toda confianza ¿verdad? ... por no hablar de cuando detuvieron a un joven acusado de haber ayudado a los etarras que tirotearon a una pareja de ertzainas en el puerto alavés de Herrera. En aquel atentado los dos agentes resultaron heridos de extrema gravedad y uno de los etarras que participó en el ataque falleció. A la hora de practicar el arresto del sospechoso, la Ertzaintza supo que un agente vasco -al parecer, de la propia UIA- había avisado al presunto colaborador de ETA de que iba a ser detenido. Todas las investigaciones abiertas para aclarar cuál era el 'topo' fracasaron y la viceconsejería de Mikel Legarda se limitó a investigar al periodista de EL CORREO que había publicado la existencia del aviso al presunto colaborador de la banda... a ver si ahora se puede dar caza al TOPO.

Bueno... mi terapia de hoy ha terminado.

Saludos...

miércoles, 10 de junio de 2009

CANNACHOPPER - NARC COPTER - OLFATEANDO PLANTACIONES DE CANNABIS DESDE EL CIELO


El mes pasado comentamos la noticia sobre las investigaciones del CSIC, que trataba del desarrollo del primer método de análisis específico para la detección de drogas en el aire, válido para 17 compuestos pertenecientes a cinco clases de drogas (cocaína, anfetaminas, opiáceos, cannabinoides y ácido lisérgico)... http://livecop.blogspot.com/2009/05/consejo-superior-de-investigaciones.html .

Desconocemos en que consiste el método del CSIC, pero parece que en Holanda ya le han buscado aplicación a este tipo de avances, y la Policía utiliza un helicóptero de pequeñas dimensiones con un sistema que "olfatea" en el aire las plantaciones de cannabis, a través de un sensor que toma muestras y reconoce al instante las partículas que indican la presencia de esta sustancia.

Su eficacia parece haber quedado clara en su primera salida, ya que condujo a la detención de siete sospechosos y la incautación de decenas de kilogramos de esta droga, según el diario holandés DE TELEGRAAF .

En la web del fabricante podéis encontrar algo más de información sobre este aparato... http://www.cannachopper.com/ .

Y para terminar, os dejo un enlace con varios VÍDEOS del CANNACHOPPER ... http://www.youtube.com/results?search_type=&search_query=Cannachopper&aq=f

Saludos...

lunes, 8 de junio de 2009

EMILIO CALATAYUD, JUEZ DE MENORES DE GRANADA - FOMENTANDO LA COMUNICACIÓN... SENTENCIAS EJEMPLARES Y BLOG


Hace cosa de un año ya hablamos sobre el Juez de Menores de Granada EMILIO CALATAYUD, haciendo referencia a los vídeos sobre la V Tertulia del Consejo Escolar de La Comunidad de Madrid: “Familia y Escuela ante la Prevención de Conductas de Riesgo”(2006), en los que este JUEZ con una exposición elocuente y cercana, pone de manifiesto su visión sobre ciertas problemáticas y posibles factores a tener en cuenta para su solución, que atañen tanto a los menores, como a padres, sistema educativo, policía y justicia.

Dignos de ver los videos titulados "LECCIÓN MAGISTRAL I y II", en los que deja claro que... "MIS OPINIONES SON DISCUTIBLES Y MIS SENTENCIAS APELABLES".

En su constante iniciativa de transmitir y comunicar, junto con el periodista CARLOS MORÁN ha publicado un libro titulado MIS SENTECIAS EJEMPLARES, cuya imagen ilustra este post y se ha embarcado en la aventura bloguera, con un espacio llamado como él... EMILIO CALATAYUD - Blog del Juez de Menores de Granada y del periodista CARLOS MORÁN... dejo el enlace para aquellos que quieran conocer este espacio... http://www.granadablogs.com/juezcalatayud/ .

Saludos...

viernes, 5 de junio de 2009

ARGENTINA - ISEV - INSTITUTO DE SEGURIDAD Y EDUCACIÓN VIAL


En estas ultimas semanas hemos estado recibiendo información en nuestro correo electrónico sobre ISEV - INSTITUTO DE SEGURIDAD Y EDUCACIÓN VIAL un centro privado ubicado en la cuidad autónoma de BUENOS AIRES - ARGENTINA, dedicado al estudio e investigación en las materias de tránsito, transporte, educación y seguridad vial, cuyo objetivo es llevar a cabo acciones de asesoramiento, asistencia técnica y capacitación, del sector público y privado.

ISEV dispone de varios espacios en la red para abarcar diferentes áreas relacionadas con su actividad, teniendo como WEB PRINCIPAL http://www.isev.com.ar/index.php?s=home donde editan diferentes estudios, informes e investigaciones y la revista SEGURIDAD VIAL similar a la publicada por la DGT en España, siendo también el lugar donde centralizan todos sus servicios y actividades.

En la sección de ACCIONES INTERNACIONALES, podéis haceros una idea del ámbito de acción y colaboración de esta entidad.

EL PORTAL DE EDUCACIÓN VIAL "ESCUELA SEGURA", es un espacio creado por ISEV, dirigido a niñ@s y jóvenes en edad escolar, y cuyo objetivo es el de ofrecer metodologías, instrumentos didácticos y capacitación específica en la materia, para que los receptores de la misma, puedan abordar la enseñanza y el aprendizaje de la Educación Vial a través de la observación de los riesgos. Transformando el entorno inmediato del maestro y de los alumnos, en material de trabajo, a diferencia de los métodos tradicionales que, basan el aprendizaje en elementos estáticos, muchas veces ajenos a la realidad en la que los alumnos se desenvuelven e interactúan.


En sus diferentes secciones podéis encontrar artículos y trabajos relacionados con la educación vial, así como información sobre iniciativas y actividades pedagógicas, en las que los estudiantes son protagonistas, ya que sus propuestas y opiniónes formarán parte de futuras conclusiones y soluciones... UNA GRAN INICIATIVA.

Como novedad y complemento a estos dos espacios, han creado un blog llamado EDUCACIÓN PARA UNA MOVILIDAD SEGURA - ISEV, teniendo como objetivo, según su presentación... "permitir la interacción con las Actividades Web de nuestro Portal ESCUELA SEGURA ISEV y los Boletines y Documentos publicados en la web del INSTITUTO DE SEGURIDAD Y EDUCACIÓN VIAL".

En el siguiente enlace, ISEV ha realizado una recopilación de DOCUMENTOS y revistas de SEGURIDAD VIAL de LIBRE ACCESO, que puede ojear y descargar todo aquel que esté interesado... http://en.calameo.com/accounts/4809

Muchas gracias por daros a conocer en nuestro espacio y ENHORABUENA a todo vuestro equipo,por el trabajo e iniciativas que hemos podido ver plasmadas en la red... es un placer difundirlo y enlazar vuestro blog.

Saludos...